

Cómo Dios se nos aparece en el camino...
Cierto día iba manejando por el centro de la ciudad. Era de mañana y yo iba algo estresada, pensando en los múltiples pendientes que tenía que realizar, además de que estaba buscando una calle que nomás no encontraba. De repente me paré en un semáforo y veo a unos cuantos metros de mí a un viejecito muy arrugado haciendo piruetas con una flexibilidad increíble. Ya se paraba de manos y caminaba con ellas, de cabeza sobre un banquito, levantaba sus piernas por detrás de la cabe


Nuestro Llamado de Dios a ser Padres (con la ayuda de San Francisco de Sales)
¡Qué bendición haber conocido a San Francisco de Sales y saber que, el Santo de la Amabilidad, pudo convertir su más grande debilidad en su más grande virtud! En una visita al Monasterio de la Visitación en la Ciudad de México, después de haberme consagrado junto con mi esposo al Sagrado Corazón de Jesús, me hicieron un pequeño gran regalo. En ese momento teníamos muy poco tiempo de casados y por tanto, poquísimo tiempo de conversos. Como había dejado de trabajar, tenía el ti


Mi Amiga Conchita Cabrera de Armida
Cuando escucho hablar de la Beata Concepción Cabrera de Armida, inmediatamente mi corazón palpita con rapidez. "Déjate amar del Amado de tu alma" y "Házte muy amiga, amiga íntima del Espíritu Santo, porque Él es fuego. ¡Quién estuviera sumergida en el lago de su lumbre" son sólo dos frases que revelan la gracia de Conchita y la Espiritualidad de la Cruz. La conocí cuando tenía 21 años, estaba en una etapa de mi vida en donde ni siquiera me había preguntado para qué había naci


Verme a mí misma con los ojos del Padre
Foto: Cathopic /Angie Menes Muy a menudo, expectantes, mis niños me comparten sus ganas tan grandes de ver físicamente a Jesús con sus ojitos terrenales. Cuando platicamos de estos temas, siempre vienen a mi mente los tiempos en los que Jesús estuvo caminando en esta tierra. No puedo evitar imaginar lo rebosante que debió ser para sus amigos el comer con Él, orar con Él, viajar con Él... ¡Qué increíblemente profunda debió ser la relación personal que tenían los apóstoles con