Homeschool: un llamado y regalo de Dios

En el 2017 solo teníamos una pequeña de casi 2 años y una bebé de meses, sentíamos que comenzaba una de las misiones más importantes y a la vez más complicadas: encontrar el kinder perfecto para nuestra niña.

Teníamos claro que un sistema tradicional no era lo que queríamos, y que la formación en la fe y valores del Evangelio debían ser de los pilares principales.

Un día paseando por Facebook me encontré con un video de una mamá dando su testimonio de cómo había cambiado su vida después de sacar a sus hijos de la escuela y estar haciendo homeschool, recuerdo que me quedé tan impresionada pues yo no tenía la menor idea de qué quería decir eso de homeschool, no sabía que existía esa manera de educar a los hijos y menos que fuera posible en estos tiempos y en nuestro país.

Ahí estaba la semilla, compartí con mi esposo este descubrimiento, comenzamos a investigar la opción y la semilla comenzó a germinar.

A los pocos días una amiga nos invitó a su casa para rezar el rosario entre varias mamás con niños pequeños, ese día había una mamá que no conocía y cuando comencé a platicar con ella me dijo que hacían homeschool, ¡no lo podía creer!

Una de las dudas más fuertes era cómo conocer y conectar con otras familias que educaran de esta manera, y así Dios nos fue conduciendo poco a poco.

Nos inscribimos mi esposo y yo a un curso para entender un poco más de que iba esto del homeschool, y nos lanzamos a la aventura "total un año de prueba, es kinder y ya iremos viendo."

Comenzamos nuestro "año de prueba" y no tardamos mucho en convencernos de que sin duda este era el plan que Dios tenía para nuestra familia, aquí estamos ahora en el 2025, por Su gracia, comenzando nuestro octavo ciclo educando en el hogar, con hijos de 10, 8, 6, 4 años y una bebé de 9 meses; nos ha rodeado de maravillosas familias que nos han apoyado con su guía y algunas se han convertido en grandes amigos, ha sido hasta hoy un camino de muchísimos aprendizajes y crecimiento no solo académico, sino en todas las áreas de nuestra vida.

Es difícil imaginar que nuestra familia pudiera ser como es hoy de no haber elegido este camino, nosotros hemos recibido el homeschool como un llamado de Dios y al mismo tiempo un regalo de su parte, nos permite llevar un ritmo familiar que no es el del mundo, hemos experimentado frutos de paz, amor y fuerte unión familiar. Por eso y más estamos infinitamente agradecidos con Dios por llamarnos a este estilo de vida, y le pedimos Su gracia para poder permanecer fieles a su llamado.

Si tú en algún momento de tu vida has sentido una inquietud, ¡no tengas miedo! "Haz la prueba, y verás qué bueno es el Señor."

Emma Lucía Moreno es esposa y mamá de cuatro hijos, homeschooler por vocación. Encuentra a Dios en los pequeños detalles de cada día y tiene grandes anhelos de llegar al cielo a través de actos de amor en la vida cotidiana. Apasionada de viajar, aprender y conocer otras culturas.