Se Buscan Madres Espirituales para el Mundo
"Una cuarta parte del mundo ha vivido sin paz por cerca de 25 años. Éste es un lugar donde las heridas son hondas y los efectos de un negro pasado afectan cada momento, de cada día". Así inicia el documental "Sewing Hope" (Cosiendo Esperanza), donde se cuentan las historias de algunas de las 2,000 mujeres en Uganda y el sur de Sudán con el corazón roto y la dignidad manchada, que han sido rescatadas de su pasado y que poco a poco, reconstruyen su vida.
Muchas de ellas han sido secuestradas desde niñas, entrenadas para matar y tomadas como esclavas sexuales por los rebeldes Joseph Kony y la Lord's Resistance Army (Armada de Resistencia del Señor). Pero lo más doloroso, quizás, es que, cuando por fin lograron escapar de sus captores fueron rechazadas por sus propios padres o esposos y han sido señaladas como "mujeres de los rebeldes".
Además de ver el documental en Netflix, que por cierto, recomiendo ampliamente, hace algunas semanas tuve la oportunidad y el privilegio de asistir a una conferencia de la Hermana Rosemary Nyirumbe, una mujer iluminada por la cruz, sin miedo a nada y una madre espiritual para todas estas mujeres a la espera de una segunda oportunidad. En el 2014, Time Magazine la nombró "Una de las Personas Más Influyentes del Mundo" y también recibió el CNN Heroe Award, en el año 2007. Y no es para menos, su trabajo ha sido una bendición para varios cientos de mujeres y niños en África.
La religiosa dirige la escuela católica, St. Monica Girls Tailoring Centre (Santa Mónica Centro de Costura para Chicas), en Gulu, Uganda, donde recibe a estas mujeres con los brazos abiertos, bañándolas de esperanza, compasión y misericordia. Ahí son capacitadas para desempeñar actividades productivas como la costura, cocina, fabricación de joyería y bolsas tejidas, lo que les da una voz, las provee de un ingreso y les permite sentirse valiosas nuevamente.
Uno de los mensajes centrales que siguen resonando en mí después de escuchar a esta hermosa mujer en vivo, es la confianza en Dios que reflejan sus palabras. La tarea que le había sido asignada no era sencilla. La labor en la escuela requería mucho corazón, todo el corazón. A algunas de las mujeres había que ayudarlas a reconectar con su familia y a aceptar a sus hijos, cuyos padres son los propios secuestradores. Y es que, ellas han sido objeto de una violencia extrema que, ninguna persona y mucho menos, ninguna mujer, desearíamos vivir. (Se trata de casos que sobrepasan nuestra capacidad de comprensión y frecuentemente nos dejan pensando: "¡Qué impotencia!, ¿Qué podemos hacer al respecto?").
La hermana Rosemary, con todos lo que estas mujeres enfrentaban y frente a lo adverso de las circunstancias en el país, tomó las riendas del proyecto en el 2001 para ayudarles a todas estas mujeres a revalorarse y retomar sus vidas. Aún cuando no era el plan original, porque los fondos para el proyecto eran limitados, se arriesgó a recibir a las mujeres junto con sus hijos. Han tenido momentos muy duros en los que la comida escaseaba, pero ella, fiel a sus creencias, pensaba: "Dios cuidará de nosotros si continuamos trabajando con estas mujeres". (¡Qué bendición llegar a tal nivel de comunión con Dios en el que el miedo ya no paralice!, ¿verdad?)
Y tal confianza divina ciertamente ha dado frutos. Desde el 2012, la escuela y las actividades de la Hermana se fondean a través de la fundación "Sewing Hope" y su tienda online donde venden los productos que bellas mujeres hacen a mano y de corazón, después de ser capacitadas por la Hermana y su equipo. También son apoyadas por "Pros for Africa"(Profesionales por África), una ONG que promueve la participación de profesionistas y expertos en todas las ramas como voluntarios en las actividades que desempeñan. Hoy, además de la escuela en Gulu, tienen otra más en Atiak, Uganda y una tercera está en construcción en Torit, Sudán del Sur. Me encanta el proyecto... De mujeres para mujeres, una atención integral: lo que necesitan para sentirse perdonadas, valoradas y ¡vivas!
Siempre, siempre hay algo que podemos hacer, en Uganda, en Colombia, en Estados Unidos o en México, en todos lados. Creo en la importancia del trabajo voluntario por la abundancia de alegría con la que llena el corazón y soy de la fiel idea de que estamos en el mundo para ver por los demás. Tal vez por eso me sacudió el mensaje final de la conferencia. En él, la Hermana Rosemary resaltó la necesidad de Madres Espirituales para el mundo, que ayuden a que renazca la esperanza y que actúen sin miedo, desde las circunstancias que a cada una nos han tocado vivir, con los recursos que tenemos, para hacer de éste un nuevo lugar.
"Cuando pensamos en misericordia, pensamos en algo que es difícil de poner en práctica. Necesitamos escuchar al Señor para limpiarnos (de miedos), para poder ser misericordiosas", dijo al finalizar la conferencia. "Tenemos que trabajar duro para no dejar que el mal siga sucediendo en el mundo. Las Mujeres tenemos que ser líderes, estar presentes en lo que nos afecta (a las mujeres) y hablar de ello. Algunas veces vemos el mal y nos asustamos... pero no tengan miedo, mejor abórdenlo".
Conoce más sobre la historia de la Hermana Rosemary y "Sewing Hope" en este tráiler del documental:
¿Has pensando en todo lo que podrías hacer si confiaras más en Dios?
Nelly Sosa es Esposa y Mamá Católica. Su pasado como periodista y su reencuentro con Dios en el campo la trajeron a El Árbol Menta, donde disfruta compartir sus experiencias familiares, recomendar recursos de crecimiento espiritual y cómo vivir alegre todos los días.