Un Retiro para Mamás
- Denisse Cueto
- Oct 21
- 2 min read
- ¡Necesitamos un retiro para mamás! -
Sí yo contara la cantidad de veces que habíamos propuesto este plan durante los siete años que lleva nuestra comunidad, probablemente se me terminen los dedos de las manos.

Pero este año fue diferente, una mamá decidida a llevarlo a cabo, se movió a preguntar costos de varias casas de retiros, fechas, transporte, etc.
En un principio esa era la idea, pero Beata Conchita Cabrera tenía otros planes, esta gran mujer, más de una vez ha intercedido por nuestra maternidad, ha estado presente en nuestras pláticas, se nos ha plantado en muchas ocasiones de frente para confrontarnos con sus ideas tan genuinas y tan llenas del Espíritu Santo.
Y así fue que 32 mujeres, en su mayoría mamás, nos lanzamos a su casa en Ciudad de México.
Adentrarnos en el sitio donde ella vivió sus últimos días, ver algunas de sus pertenencias, conocer más anécdotas de su vida ordinaria, simplemente me iban llenando cada vez más de esa loca idea de construir mi camino hacia la santidad, aquí donde Dios me ha puesto.
Entrando a la casa hay una foto de la boda de Conchita y Pancho, venía un mensaje de Jesús para Conchita: “ Te casaste por mis altos fines, para hacer brillar más mi poder, para tu santificación y la de otras almas… para ejemplo de muchas almas que creen incompatible el matrimonio con la santidad, y las obligaciones de éste con la sólida piedad.” - la monjita que nos guiaba, después de leerla volteó y nos dijo: “ese mensaje, hoy no es para Concha… ¡es para cada una de ustedes!”- ¡Híjole! - empezamos fuerte.

De ahí, nos fuimos al Altillo, donde descansan sus restos, al llegar tenía la emoción de como cuando te vas a encontrar con una amiga que tienes mucho tiempo de no ver, y así fue… estar ahí, y sentir su presencia.
Conchita me habló a través de cada una de mis amigas, con las que compartí esos días.
Reímos, escuchamos, lloramos, nos abrazamos, compartimos nuestras cargas y se hicieron más ligeras, regresamos con el corazón inflamado de amor.
Regresé con la seguridad de que Jesús nos espera en lo ordinario; en el desayuno que hay que preparar, en la lavadora que tenemos que vaciar, en la ropa por colgar, en los berrinches que hay que contener, y un largo etcétera.
Hoy mi oración por ti, es para que te dejes encontrar por Jesús diariamente, ahí en esas actividades tan rutinarias y a veces enfadosas, que puedas ver en ellas tu camino a la santidad.
¡Ah! y también que nos conceda de vez en cuando poder tener un retiro de mamás.

Denisse Cueto es hija de Dios, esposa de un hombre valiente y mamá de cinco pequeños humanos.
Fotógrafa de profesión y homeschooler por vocación.
Intenta llegar junto con su familia a la santidad, un paso a la vez.



















