No creo que San José haya pensado en vacaciones...

Últimamente me he sentido ilusionada pues tendré la oportunidad de salir de vacaciones con mi familia.

Pensaba hace algunos días en lo bendecida que he sido al poder viajar en otras ocasiones y en que me la he pasado de maravilla, tan rodeada de amor.

San José me ha acompañado durante este Adviento y he meditado en cómo abrazó el proyecto de amor que Dios le tenía preparado y encontró en ello su mayor plenitud y alegría.

No era una alegría pasajera, sino una que duraba para siempre.

Entregado completo a su misión ¡no creo que él haya pensado en vacaciones!

Abrazó el proyecto hasta las últimas consecuencias, implicado con todo lo que la vida le fue presentando, hasta el final, sin importar incomodarse o dolerse por ello.

No regresó a su tierra sino hasta muchos años después, y fue alguien que no miró hacia atrás.

Lo contemplo con una fe grande y una certeza en que las explicaciones vendrían después y lo único que importaba era seguir caminando, con los ojos fijos en Él.

Permite, Señor, que así como San José, mis ojos estén fijos en ti y pueda yo tener siempre esa certeza de que la mayor alegría y plenitud no están en las cosas pasajeras, sino que solo la podré encontrar abrazando el proyecto de amor y de fe que Tú tienes preparado para mi.

Marifer Icaza es consagrada y vive su vocación en Instituto Secular de Vida Comunitaria Eliya, ejerciendo su apostolado en Centro de Rehabilitación la Rosa. Confía en que sólo un encuentro personal con Jesucristo libera al ser humano de todas sus ataduras y le regala la plenitud para vivir en el amor.