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Los mansos de corazón heredarán la tierra


Este post fue publicado originalmente en inglés en To Jesus, Sincerely y fue traducido y publicado en El Árbol Menta con permiso de su autor.


Un moderno examen de conciencia. (Pero no tan moderno... ¡aquí somos fieles a las enseñanzas de la Iglesia Católica!)


Frecuentemente dejamos que el enojo se lleve lo mejor de nosotros. Levantamos la voz a nuestros hijos, o dejamos de hablarle por un rato a nuestro esposo. Ser padres (bueno, cualquier relación) puede ser frustrante y es fácil dejar que las cosas nos sobrepasen.


Este mes, estudiaremos de cerca la mansedumbre. ¿Qué es, que nos pide hacer o dejar de hacer, y cómo podemos cultivar esta virtud?


¿Qué es Mansedumbre?

Mansedumbre es la virtud que modera al enojo. El enojo como emoción no es bueno ni malo. Pero cuando dejamos que se convierta en una pasión y dicte nuestras reacciones, el enojo se transforma en el pecado de la ira.


La mansedumbre nos ayuda a mantener este enojo bajo control. Nos ayuda a someternos a la voz de la razón.


Si nos sentimos enojados, hay que dar un paso atrás y evaluar la ofensa que nos hizo hervir la sangre. Si nos encontramos molestos por algún insulto, ahí es cuando necesitamos practicar la virtud de la mansedumbre. Necesitamos bajarle a nuestro temperamento, respirar profundamente, esperar a que baje nuestro pulso y decidirnos a actuar virtuosamente.


Si estamos molestos por un mal verdadero o una injusticia, ¡esa es una oportunidad para practicar el enojo justo!


Eso no significa que actuaremos al estilo "Jesús en el templo", aventando las mesas y sacando a la gente de nuestra casa. Pero sí necesitamos señalar lo que está mal y corregirlo, en la medida de lo posible.

Practica la Mansedumbre

Instrúyete y ora

  • Conoce la definición de Mansedumbre

Abre tu corazón para aprender sobre la mansedumbre, su virtud complementaria (enojo justo) y su vicio opositor (enojo o ira). Relexiona sobre cómo incrementar la virtud en tu vida diaria y arrancar el pecado de raíz.

  • Haz oración para pedir la ayuda de Dios

Toma tres segundos. Si sientes que tus emociones empiezan a subir, pídele a Dios "¡Dame mansedumbre!" (Ves... tomó menos de tres segundos).

  • Ora antes de escribir

Las redes sociales son muy tentadoras. Como no vemos a alguien frente a nosotros, a veces nos sentimos con derecho de decirle cualquier cosa. Pero sí, hay una persona del otro lado de la pantalla. Sentada, sintiéndose herida por nuestros desagradables comentarios. Seguro te ha pasado. A la próxima, ponte en sus zapatos y controla lo que dices, aún cuando sea online.


Practica la mansedumbre hacia los demás

  • Elije el silencio en lugar de la discusión

A alguien no le gustó tu comentario en Facebook y estás tentado a lanzar un argumento acalorado. Da un pasito hacia atrás y ora antes de dar una respuesta.

  • Usa una voz gentil

Si eres mamá (o papá), especialmente con tus hijos, y también con tu espos@. Y en la oración también. No necesitamos gritarle a Dios, Él sabe lo que es mejor para nosotros.

  • Usa un lenguaje corporal amable

Hay que dejar de manotear cuando estamos enojados, señalar (literal o figurativamente), voltear los ojos, o quejarnos. Es hora de incluir la mansedumbre en nuestro lenguaje corporal. Junta tus manos como si fueras a rezar (¡es un buen recordatorio para hacerlo cuando estamos molestos!), si no puedes controlarte de otra forma.


Practica la mansedumbre contigo mismo

  • Resuélvete a actuar mejor.

No te pongas ansioso ante la imperfección. Todos cometemos errores. Y algunas veces arruinan nuestro día. O nuestra semana. Nos sentimos tan mal que nos consumimos y no hallamos la forma de hacerlo a un lado.


Nos hundimos en nuestro enojo y se lo dejamos saber a todos los que nos conocen. En lugar de dejar que nuestras emociones se roben lo mejor de nosotros, la mansedumbre nos deja planear, resolvernos a actuar mejor a la próxima y ¡sentirnos bien al respecto!


Practica remedios conscientes para el enojo

  • Dedícate y corrige el el error si es necesario

Esta es la parte del enojo justo en este reto. La mansedumbre no significa ponernos de tapete. Significa controlar nuestras pasiones. Pero cuando algo está verdaderamente mal, y lo correcto necesita ser defendido (aborto, matrimonio, tu hijo que está siendo blanco de un bully en la escuela), haz algo al respecto. Afróntalo, haz que se corrija lo necesario y no quites el dedo del renglón.

  • Practica la mansedumbre como un remedio para el enojo

Cuando te enojes, sé intencional sobre lo que dices, la manera en que caminas y te conduces. A propósito, camina un poco más lento. Habla con un poco más de calma. Sentirás como empiezas a calmarte.

  • Practica también la mansedumbre cuando no estás enojado.

Yo necesito este remedio demasiado. Por ejemplo, imagínate que vas tarde a Misa. Si eres como yo, te conviertes en un sargento. Ordenándole a la gente, apurado de un lado a otro: "¡VÁMONOS! ¡VÁMONOS!". Aún no estás enojado, pero ya te estás alterando. Deténte. Literalmente. Quédate quieto y tómate 30 segundos para hacer un plan. Respira profundamente. Camina, no corras. Habla, no grites. Pide, no exijas. Toma control de tus emociones antes de que escalen.



Evita el Enojo

Encuentra la conexión entre orgullo y enojo

  • Reflexiona sobre esta conexión

Cuando pensamos que somos el centro de nuestro universo, el enojo es la respuesta que damos a alguien cuando no nos gusta lo que hace.

  • Evita ser súper sensible

“¿¡Qué!? ¡¿De verdad me dijo eso?!" Sí, así es. Algunas veces necesitamos tomarnos menos en serio. No somos perfectos. También nos equivocamos. Algunas veces la gente habla sin pensar o dice algo insensible en un mal día. Dejemos de querer que nos "traten con pinzitas".

  • No contraataques cuando te corrijen

Si le importas tanto a esa amiga para que te corrija, que te importe a ti también hacer algo al respecto.



Evita los pensamientos de enojo

  • Vigila tus emociones

Cuando gritas, azotas puertas (o, Dios no lo permita, lastimas a alguien), dices cosas que desearías no haber dicho. Reduce esos días al mínimo. Redirige tu tren de pensamiento cuando las emociones empiezan a caldearse.

  • No pienses en revanchas

Si estás contemplando esa perfecta respuesta "que le enseñe que conmigo no"... eso es revancha. Trata de no alimentar esas ideas negativas.

  • Ofrece perdón

¿Alguna vez has sentido rencor? Yo también. ¿Has considerado que "lo perdonarás siempre y cuando haga esto y aquello"? Yo también. Necesitamos dejarlo de lado. Dile adiós al rencor y haz la paz con esas personas difíciles. No importa si es un amigo, o un familiar quien te hirió, o tu esposo, necesitamos empezar el proceso de sanación ¡ya!


Evita actuar enojado

  • Evita el chisme

Chisme. El vil chisme de estacionamiento de la Iglesia... ¡Destruye reputaciones como un tornado! Piensa dos veces lo que quieres decir y cuál es tu intención al hacerlo. Y evítalo.

  • Aléjate de quejas y argumentos

¿Discutes sólo por hacerlo? ¿Sólo para escuchar que tienes la razón? Tal vez lo haces en las reuniones familiares (Y ya viene Navidad). Tal vez lo haces online (trolling). O con tu esposo, como parte ya de un hábito. ¿Vale la pena? Si no, mejor dejarlo ir.

  • No dejes que tu enojo determine tu disciplina

Sí, me ha pasado."¡Deja de hacer eso! Es muy molesto". Pero no era nada bueno o malo... sólo algo que me molestó. Y qué tal cuando ponemos apodos. ¿De verdad pensamos que cuando le llamamos a nuestro hijo "chiflado", esto hará una diferencia? La pregunta de "¿pero qué estabas pensando?", ¿ayudará a cambiar su comportamiento, o ¿sólo lo hará sentir más culpable?

  • Cuida tu tono de voz

¿Alguna vez has notado que cuando empiezas a levantar la voz, las cosas se van escalando y un mal comentario termina en pelea? Hay una manera de cambiar las cosas rápidamente: baja el tono de tu voz. Empieza por decir: "Sí, Amor", en lugar de "¿Qué pasó?'".


Evita contribuir a que los demás se enojen

  • No provoques el enojo de los demás

¿Viste la película "Inside Out" de Disney? Esa escena donde Disgusto provoca a Enojo al punto que su cabeza explota... no hagas eso. A veces nuestras disciplina puede verse así. Nuestros hijos nos ponen tan molestas que queremos quitarles todos los juguetes, comida, libros, etc. Eso no es mansedumbre, ni tampoco es efectivo.

  • Busca perdón

Nuestros amigos y familiares tienen derecho de usar su enojo justo también. Pero no enciendas el fuego de sus pasiones. Pide perdón cuando afectaste a alguien.



Participa en el Reto:

¿Estás listo para crecer en mansedumbre? Aquí está lo que necesitas hacer:

  1. Prepárate. Si no lo has hecho, lee este artículo cuidadosamente y reflexiona sobre lo que significa en tu vida. Imprime tus materiales y colócalos en lugares convenientes en casa.

  2. Cada mañana, inicia el día haciendo oración (encuéntrala en la Guía para la Mesita de Noche).

  3. Durante el día, usa tu Guía para el Refri para ayudarte a integrar la mansedumbre en tu vida. Tu Guía para el Refri tiene breves recordatorios y algunos extras (como una oración para ganar indulgencia).

  4. Cada noche, haz el Examen (Encuéntralo en la Guía de la Mesita de Noche) Este es un repaso de tu día, incluye oración para pedir perdón, y resolvernos a actuar mejor mañana.

  5. Antes de confesarte (o semanalmente, por lo menos) lee de nuevo el artículo sobre el Reto. Reflexiona no sólo sobre tus pecados y errores, sino también sobre cómo te ha bendecido Dios para crecer en virtud.

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