top of page

Viviendo la Cuaresma por Amor



Desde hace algunos años, he intentado vivir la Cuaresma con más propósito y amor.

Por mucho tiempo, me obstiné en "palomear" los requisitos marcados por nuestra Iglesia, y ¿sabes qué me pasaba? Me frustraba en exceso, porque sólo me preocupaba por cumplirlo y no por realmente vivirlo.


Sentía que "no hacía suficiente" o que "no lo hacía bien", hasta que por gracia de Dios, pude entender en mi corazón que esto no era lo que Él quería.



Si lo vemos como una "obligación" o un "trabajo" más, perderá todo el sentido y nos sentiremos abrumadas.


El ayuno, la oración y la abstinencia, siempre habrán de ser un acto de amor, que nos lleven acercarnos más a Jesús. Son una preparación para vivir la Fiesta de la Pascua, para que nuestro corazón esté limpio y listo para ese Gran Día.


Como ya en los profetas, la llamada de Jesús a la conversión y a la penitencia no mira, en primer lugar, a las obras exteriores "el saco y la ceniza", los ayunos y las mortificaciones, sino a la conversión del corazón, la penitencia interior. Sin ella, las obras de penitencia permanecen estériles y engañosas; por el contrario, la conversión interior impulsa a la expresión de esta actitud por medio de signos visibles, gestos y obras de penitencia. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1430.

Es importante también comprender que Él sólo nos está pidiendo nuestros panes y peces, para poder encargarse del resto.


No te satures con cosas o sacrificios que son difíciles de cumplir. Conócete y pídele a Jesús que te guíe para saber ¿qué es lo que puedes ofrecerle en estos 40 días?


Estoy segura que para muchos de nosotros ésta Cuaresma en plena pandemia puede sonar complicada, pero aquí te dejo algunas opciones que he visto en internet para poder vivirla sencillamente:


Sacrificio:

- Dejar o reducir tu consumo de café o refresco

- Levantarse 15 minutos antes de lo acostumbrado para hacer un pequeño tiempo de oración


Oración:

- Aprender una jaculatoria para poder recitarla cada que te acuerdes.

- Escribir diariamente algo por lo que te sientas agradecido


Otros:

- Tomar más agua

- Leer algún libro que te acerque a Jesús


Y por último, no te olvides que María es la indicada para llevarnos de la mano, después de todo, es ella quien acompañó a Nuestro Señor en el camino al calvario, ¿quién mejor para conducirnos en éste tiempo?


Así que tranquila, respira, pídele a Jesús la gracia de comprender que todo lo que le ofrezcamos en éste tiempo debe ser primero un acto de amor, antes que una obligación.


Fotos: Cathopic.


-


Denisse Cueto es hija de Dios, esposa de un hombre valiente y mamá de cuatro pequeños humanos. Fotógrafa de profesión y homeschooler por vocación. Intenta llegar junto con su familia a la santidad, un paso a la vez.

Conoce a nuestro Equipo
Untitled.png

Somos una comunidad de

Mujeres Católicas en diferentes etapas de la vida.

  • Watercolour-Instagram
  • Watercolour-Facebook
bottom of page