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Historia de una Vocación a la Vida Religiosa: Hermana Lourdes

Por Nelly Sosa

Foto: Cathopic / Carinos

Hoy quiero presentarte a una gran amiga que el Señor puso en mi camino a través de la familia de mi esposo.


Es una mujer llena del gozo y la paz de Dios, es Hermana de María de Schoenstatt y actualmente vive en Alemania.


Aquí nos compartió un poco sobre su infancia, cómo sintió el llamado a la vida religiosa, sus hobbies y qué le recomienda a las jóvenes que están en proceso de discernimiento vocacional.



1. El Árbol Menta: ¿Dónde naciste? ¿Cómo fue tu infancia? ¿A qué edad sentiste el llamado a la vida religiosa?


Hermana Lourdes: "Mi nombre es María de Lourdes Macías Graue y nací en la Ciudad de México en 1961. Soy la cuarta de siete hijos que tuvieron mis papás y nací en el seno de una familia muy religiosa. Mi papá pertenecía a la Congregación Mariana de los Jesuitas y tenía como apostolado ir cada domingo al pueblo de Santa Rosa, en la periferia de la Ciudad de México a impartir Catecismo y muchas veces lo acompañamos. Como papá nos dio un gran ejemplo de fe, la vida y costumbres religiosas eran en casa algo cotidiano. Mi mamá no era tan religiosa, pero seguía las convicciones de mi papá y así empezábamos el día con la Santa Misa, antes de ir a la escuela y durante el día rezábamos como parte de las actividades normales.


Como éramos muchos hermanos y muy seguidos, 7 en 7 años, jugábamos mucho juntos y hacíamos travesuras. Fuimos en la Ciudad de México al Colegio Alemán, que era muy exigente, pero que nos formó bien en lo académico y aprendimos además dos idiomas más, alemán e inglés.


Como soy un poco inquieta, mi adolescencia no fue tan tranquila y dentro de muchas actividades que realicé fue la de traducir para los deportistas alemanes en un evento que se realizó en una Universidad de México, creo que en 1978.


Ahí conocí a un chico que había también estudiado en el Colegio Alemán y era mayor que yo. Nos hicimos novios y después de un tiempo de un noviazgo muy lindo y sin complicaciones, él recibe una beca para estudios Universitarios en Alemania y pues terminamos.


Ahí me dí cuenta que, aunque fue muy bonita experiencia, lo que yo quería era ser religiosa. Y me dediqué entonces a buscar una comunidad.


Vi muchas congregaciones, así como cuando buscas carrera y cuando tuve la oportunidad de ir a Lamar, Texas a un curso de verano con las Hermanas Marianas de Schoenstatt, supe que ese era mi lugar. Lo supe porque la alegría de las Hermanas era contagiosa.


Me gustó su carisma, que es la formación de la persona, me gustó mucho también el vestido que llevan las Hermanas y algo que me impactó fue que la comunidad les da la oportunidad a las Hermanas a cursar la carrera Universitaria que ellas escojan. Por eso pude estudiar la Licenciatura en Pegagogía".

2. El Árbol Menta: ¿Fue claro el llamado de Dios o fue un proceso de discernimiento largo?


Hermana Lourdes: "En realidad no fue un proceso largo, pues Dios en su misericordia me guió bastante rápido a las Hermanas de María. Cuando estuve en el curso de verano me faltaba un año de Preparatoria y decidí primero acabarla, para no dejar truncados mis estudios. Ese año, después de haber tomado mi decisión, fue un poco difícil porque parte de mi familia, en especial mis hermanos y algunos primos, no comprendían la decisión".

Foto: Cathopic / Lichi Mariño

"Supe que ese era mi lugar. Lo supe porque la alegría de las Hermanas era contagiosa".





3. El Árbol Menta: ¿Hubo resistencia personal o externa para darle el sí al Señor?


Hermana Lourdes: "Como mi familia era de por sí muy religiosa, la opción de entregarme al Señor fue siempre opción. De mi parte no hubo ninguna resistencia. Recuerdo cómo me emocionaba el pensar que yo podía ser religiosa, llevar un hábito y servir a mucha gente. Me imagino que era un sentimiento igual al que una pareja siente cuando saben que pronto se casarán". 4. El Árbol Menta: ¿Cómo ha sido tu camino en Schoenstatt?


Hermana Lourdes: "Llevo 40 años siendo una Hermana de María de Schoenstatt y en estos años he tenido la oportunidad de realizar muchas actividades que me han enseñado mucho.


Cuando uno es joven, la Comunidad te enseña las labores de casa con todo lo que ello incluye; cocina, lavandería, limpieza de la casa, servicio de comedor, jardinería, sacristía, etc. Éstas actividades te forman en el servicio.


Después del Noviciado que dura 2 años, generalmente puede uno escoger el estudio profesional que quiere hacer y realizarlo juntamente con Apostolado dentro de los grupos de Schoenstatt.


De acuerdo al estudio que se realizó, es importante tener una experiencia de trabajo, remunerada para así adquirir experiencia profesional y además poder recibir ingresos que ayuden al sostenimiento de la Comunidad.


En mi caso yo trabajé por 5 años en la Universidad de Monterrey en la Preparatoria encargándome del Departamento Psico-pedagógico. Ésta experiencia fue muy valiosa para mi y me preparó para el servicio al Movimiento de Schoenstatt encargandome de los grupos de Juventud Femenina por 25 años y después de los grupos de matrimonios.


Desde hace 5 años, la Comunidad me pidió venir a servir a Alemania, donde vivo ahora haciendo diferentes actividades internas".

Foto: Cathopic / Lichi Mariño



"Nada sin ti, nada sin nosotros"



5. El Árbol Menta: Schoenstatt, según veo en su web, viene del alemán y significa “hermoso” (schön) y “lugar” (statt). Cuéntanos un poco más sobre tu Comunidad...


Hermana Lourdes: "La Comunidad de las Hermanas Marianas de Schoenstatt fue fundada en Schoenstatt, Alemania en 1926 por el Padre José Kentenich. La Comunidad tiene como misión o carisma la formación de la persona a ejemplo de la Santísima Virgen María. Su lema es “Nada sin tí (Santísima Virgen María), nada sin nosotros”.


La Espiritualidad de Schoenstatt es Mariano-Patrocéntrica, esto es que por medio de María, a través de Jesús, llegamos a Dios Padre.


Schoenstatt nos invita a sellar una Alianza de Amor con María, donde la escogemos a ella como nuestra fiel compañera de vida y quien nos ayuda en nuestra autoeducación para ser, siguiendo su ejemplo buenos cristianos y poder llegar un día a la santidad.


Lo que a mi me llamó mucho la atención de las Hermanas fue su alegría, su sencillez y su religiosidad. Las experimenté como personas normales en el mundo, pero al mismo tiempo ancladas en lo sobrenatural y con una sencillez filial ante Dios y María".

Foto: Cathopic / mariel

6. El Árbol Menta: ¿Qué le recomiendas a las jóvenes que están contemplando la vida religiosa?


Hermana Lourdes: "Cuando la vida religiosa es tu vocación, te llena a plenitud. Yo les recomendaría a las jóvenes que no tengan miedo de entregarse a Dios completamente y servirlo desde una Comunidad religiosa. Hay mucha necesidad entre la gente, hay mucho clamor por alguien que los acoja y los sirva. Dios y María necesitan instrumentos dispuestos a ayudarles". 7. El Árbol Menta: ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?


Hermana Lourdes: "Me gusta mucho realizar trabajos manuales como bordar, hacer Rosarios, leer". 8. El Árbol Menta: ¿Qué libros o películas te han impactado? ¿Qué nos recomiendas?


Hermana Lourdes: "A mi me gusta mucho ver películas de la vida de los Santos. He visto muchas y me he dejado inspirar por varias. Me encanta la vida de Felipe Neri, con su alegría y sencillez y admiro mucho a Juana de Arco que lo dejó todo para seguir el llamado de Dios y salvar a una nación entera". 9. El Árbol Menta: Algún otro detalle que nos quieras compartir..


Hermana Lourdes: "Sólo quiero reiterar que después de 40 años de Hermana sigo entusiasmada y feliz y aunque la vida de todos tiene altas y bajas, la experiencia de tener a Dios y a María tan cerca y, con su ayuda y gracia, poder servir a otros, es algo que no tiene precio".



¡Gracias Sister por tu hermoso ejemplo Amor en Acción y por compartirnos tu historia, que sea para gloria de Dios y para bien de muchas almas!


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