top of page

Una Propuesta del Cielo



Hace tiempo oré a Dios por un buen hombre, un hombre con el que pudiera cumplir la misión que Él me había encomendado: la vocación del Matrimonio.

Y si bien hubo un tiempo en el que me ganaba la desilusión y desesperación porque no llegaba, Dios me lo compensó cuando conocí a mi hoy esposo... Siempre me preguntaba: ¿Cómo es que las mujeres sabían y estaban seguras de que su futuro marido era “el indicado"?

En mi caso, Dios fue quien me lo hizo saber. Él y yo teníamos un acuerdo.

Nadie más lo sabía, pero yo le había pedido como "señal" que mi futuro marido me tendría que proponer matrimonio delante de Él, en una Iglesia y ¡así fue!

Un día, después de Misa, mi entonces novio entró a confesarse. Yo lo esperaba en una banca, contemplando al Santísimo, y de pronto llegó y me hizo LA PREGUNTA.

(No... ahí no me dio el anillo de compromiso) Yo empecé a llorar y reír, él no entendía muy bien qué era lo que pasaba. Suponía tal vez que era la típica emoción por la propuesta...

Pero en realidad esto iba más allá… esto era la señal que yo había pedido, yo estaba sin poder creerlo, ¡Dios mismo había respondido a mi oración!


Después, con más calma, se lo expliqué a mi novio y él tampoco daba crédito. Me dijo que ya había pensando en otra manera de proponerme Matrimonio, pero que después de la confesión, sintió que ese era el momento indicado y así lo hizo.

Yo estoy segura que el Espiritu Santo, fue quien lo dirigió... y el resto es historia. Lo que puedo decirles hoy a quienes siguen en la búsqueda es que sí es posible encontrar a esa persona imperfecta (porque, NADIE es perfecto), que te ame en tus mejores y en tus peores momentos, que te apoye en tus sueños y proyectos, que comparta las responsabilidades de educar a tus hijos, que te haga reír, que rece contigo, que aunque en carácter no sean parecidos, tengan los mismos valores e ideales... Pero sobre todo... Que ame a Dios y que te ame a ti. Han sido casi 10 años llenos de aprendizaje. Tenemos 3 hijos hermosos y mucho amor. Siento que estamos llenos de Dios; sé que Él me ama y me habla constantemente a través de mi esposo.

No importa cuánto tardes en encontrarlo. Si el Matrimonio es tu vocación, Dios se encargará de presentarte a la persona que tiene para ti. Pero en sus tiempos.

La clave es no desesperarse y conformarse con cualquier relación. ¡Vale la pena esperar a esa persona especial con la que formarás una familia!

La foto que comparto es de la Iglesia, donde Dios me envió la señal que tanto había esperado. Donde dejamos a un lado nuestra voluntad, para hacer la de Él. Donde decidimos, sin temor, dar uno de los pasos más importantes de nuestras vidas.


Denisse Cueto es hija de Dios, esposa de un hombre valiente y mamá de cuatro pequeños humanos. Fotógrafa de profesión y homeschooler por vocación. Intenta llegar junto con su familia a la santidad, un paso a la vez.

Conoce a nuestro Equipo
Untitled.png

Somos una comunidad de

Mujeres Católicas en diferentes etapas de la vida.

  • Watercolour-Instagram
  • Watercolour-Facebook
bottom of page