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Cómo Vivir el Mensaje de Fátima todos los Días


Hace tiempo leí "Fatima for Today: The Urgent Marian Message of Hope" (Fátima Hoy: El Urgente Mensaje Mariano de Esperanza), del Padre Andrew Apostoli.

Es un libro muy completo, pero muy sencillo de leer, te cautiva. De verdad vale la pena.

Hoy quiero compartirte lo que encontré aquí sobre cómo vivir el mensaje de Fátima en la vida diaria. A mí me ha ayudado muchísimo a caminar con los ojos más puestos en el Cielo.

A ver qué te parece...

1. TODOS estamos llamados a la santidad: chicos y grandes. Que nuestra Señora se haya aparecido a Lucía, Jacinta y Francisco es un hermoso recordatorio de que, aunque seamos los más "pequeños" en edad o en cuestión de fe, estamos llamados a crecer en el amor y la perfección a la que Dios quiere llevarnos.

Ningún error del pasado puede alejarnos de Él, busquémoslo a través nuestra Madre y de un sincero arrepentimiento en la confesión.

2. El Señor siempre contesta nuestras oraciones (aunque no sea de la manera que esperamos). Cuando nuestra Madre le preguntaba a Lucía, Jacinta y Francisco qué necesitaban y ellos le pedían que intercediera por la salud de los enfermos, Ella decía: "Algunos de curarán, otros no, necesitan arrepentirse de sus pecados y rezar el Rosario" o "si se convierte, se curará en este año".

Siento que muchas veces pedimos cosas sin considerar cuál es la voluntad de Dios para mí o para esa persona. Cuando oramos y pedimos fe al Señor, las pruebas se ven diferentes, nos llenamos de fuerza y lo que Él nos pide se convierte en un medio para acercarnos a la santidad.

3. La simplicidad en lo cotidiano nos acerca a Dios. En el campo, entre juegos, en medio de la sencillez de sus labores, María encontró a los tres pastorcitos de Fátima y les dio los mensajes y oraciones base para la devoción a su Inmaculado Corazón y para acercar al mundo a su Hijo.

Esforcémonos por hacer espacio para Él, para crecer en la fe en medio del ruido del mundo. Démosle prioridad a nuestra vida espiritual, oremos y esperemos con confianza los resultados.

4. El sacrificio diario es ejercicio para el alma. ¿Cómo lograrlo si lo que amamos es el confort y los días soleados? Jesús quiere que cooperemos con Él y nuestra Señora en la salvación de las almas.

A través de los pastorcitos de Fátima, Nuestra Madre nos revela la misión del sufrimiento con un sentido: para unirnos a nuestro Señor en la Cruz; en reparación a las ofensas cometidas al Inmaculado Corazón de María; y para alcanzar la conversión de los pecadores.

"Jesús quiere mis sufrimientos, Jesús necesita mis sufrimientos", Padre Pío.

5. Todos los sacrificios cuentan (por insignificantes que parezcan). La palabra sacrificio, es ya, de por sí, fuerte. Pero cada día tenemos innumerables oportunidades de colaborar al plan de salvación con pequeñas mortificaciones dentro de nuestro trabajo diario, en casa o fuera de ella (confieso que a mí me cuesta mucho recoger la cocina, pero cuando trato de ofrecerlo, ya no parece una tarea tan tediosa).

"Hagan de todo lo que puedan un sacrificio", dijo el Ángel en Fátima.

6. Ten presente que el espíritu del mal existe en el mundo, es real y peligroso. Combátelo. Los niños de Fátima tuvieron una fuerte visión de cómo es el infierno... y esto, dice el Padre Apostoli, nos lleva al corazón del por qué de las apariciones en Fátima.

María vino para mostrar a los hombres el camino de regreso a Dios, explica. Necesitamos estar alerta para reconocer las tentaciones que se nos presentan en la vida diaria y vencerlas.

Si te sientes vulnerable "reza con confianza por la protección de Jesús, María y José y de San Miguel Arcángel", recomienda Apostoli.

7. La Paz del mundo empieza por la paz en tu corazón. Vemos tanto dolor, abusos, injusticia en nuestro mundo... Es fácil pensar: "¿Y dónde está Dios? o ¿Yo cómo puedo ayudar a cambiar esto?".

Nuestra Señora le dijo a Lucía que si hacemos lo que Ella nos pide, oración y sacrificio, habrá paz. Y esa paz, por difícil que a veces nos parezca comprenderlo, se extenderá en nuestras familias, en nuestra colonia, en nuestra Parroquia, ¡en el mundo!..

8. Y lo más importante... El Rosario y la devoción de los Cinco Sábados de Reparación son armas muy poderosas. Rezar da paz, la paz da confianza y la confianza lleva a la fe... Nuestra Madre nos pide "recen el Rosario todos los días para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra" y nos asegura "Al final mi Inmaculado Corazón Triunfará".

¡Qué promesa más maravillosa de nuestra Amada Señora y Reina del Cielo! Que descanse nuestro corazón: bajo su guía ningún mal del mundo podrá arrancarnos de la mano de nuestro Salvador.

*Si haces clic aquí encontrarás las Oraciones de Fátima.

Nelly Sosa nació en Monterrey y es esposa y mamá católica. Su reencuentro con Dios en el campo y su gusto por escribir la trajeron a El Árbol Menta. Cree firmemente que la oración y el apostolado pueden cambiar al mundo.

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