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¡Plenamente Soltera!


"La plenitud de vida para una mujer cristiana empieza en la soberanía de Dios“.

¿Eres soltera y te sientes incompleta? El sentirte así no es por tu estado de vida, la plenitud sólo se alcanza con Jesús. Soy una mujer soltera y al igual que yo, existen muchas mujeres que se encuentran en este estado de vida, algunas por vocación, otras mientras esperan al hombre que Dios eligió para ellas.

La pregunta para la sociedad y para las chicas que lo viven es, ¿se puede ser feliz y vivir en plenitud? Incluyo a la sociedad en el tema porque muchas veces el entorno está más preocupado por la soltería de la chica que la misma mujer. Nos hacen las típicas preguntas: "¿Tienes novio?", "¿Y porqué no te has casado?", "Apúrate porque te vas a quedar para vestir santos". Ojo... El problema es que este tipo de comentarios, lejos de fortalecer a la amiga, hija, sobrina, prima o conocida, a la larga podrían orillarla a tomar una decisión precipitada y casarse con el primero que se le cruce en el camino.

La soltería para una mujer que está segura de que su vocación es el Matrimonio, puede ser una excelente oportunidad para conocerse y descubrir quién es. La mayoría de las veces no nos damos el tiempo para conocernos y no sabemos la dignidad que tenemos por ser hijas de Dios y el proyecto de amor para el que fuimos creadas...

Pero respondiendo a la pregunta inicial, ¿se puede ser completa siendo soltera? Sí, si se puede cuando eres completa por el amor de Cristo. Se nos ha vendido la idea de buscar la media naranja, pero recuerda, no eres mitad de nadie, eres un ser perfectamente completo en dignidad y en amor de Cristo. Tu no has sido creada para completar a nadie, sino para complementar a alguien.

La felicidad no te la da una persona, llámese esposo, hijos, padres, amigos; ser una mujer profesionalmente exitosa, tener un auto o la casa de tus sueños tampoco. Las personas en algún momento nos pueden defraudar, o a lo mejor alcanzas tus sueños y llegas a poseer lo que deseaste materialmente, y aún así no eres feliz. ¿Porqué? Porque la felicidad está en el Ser que te creo, el que emana y es El Amor.

Cuando no nos conocemos y valoramos, en muchas ocasiones nos podemos dar el valor de un objeto. Un objeto que requiere ser atractivo para que un hombre voltee a verlo. Mujer, vales más que una cara o cuerpo bonito, ¡eres la creación más perfecta de Dios, que te hizo a imagen y semejanza suya! Él te ama y te diseñó para el amor, no para mendigar migajas de amor.

Te invito a ser una mujer diligente en este momento de espera. La mujer diligente confía en el proyecto de amor que Dios tiene para su vida, sin duda más completo y pleno que el bosquejo de lo que tú y yo intentamos trazar.

Por ello, pon en práctica los talentos que te dio y dispónlos a su servicio, recuerda que el alma generosa será prosperada. Reflexiona en qué inviertes tu tiempo. Date la oportunidad en este Año de la Misericordia y comparte tus habilidades y tiempo al servicio de algún necesitado. Ingresa en a un grupo parroquial en donde haya otros hombres y mujeres que estén dispuestos a construir estos sueños y te ayuden a conocer más a Jesús.

¿Cómo alimentas tu corazón? Para conocer a Jesús hay que buscarlo, esto no sólo se logra con tener un deseo, hay que llevarlo a la acción. No podemos amar lo que no conocemos y para amar a Jesús hay que encontrarse con Él. Date tu tiempo para conversar con el Señor y pregúntale que quiere para tu vida y si los pasos que estás dando te acercan a ese proyecto.

Te invito a que inicies una aventura con nuestro Señor. Si has sido herida o lastimada, pídele que sane esas heridas y te haga una persona nueva, así estarás preparada para cuando llegue la persona indicada.

A la mejor mis sugerencias podrán parecerte descabelladas y poco realistas, tal vez algunos te desanimarán, pero si emprendes este camino, te aseguro que no serás defraudada.

Se paciente y confía, no te aferres, camina en fe, Dios no se ha olvidado de ti, sonríele al futuro, que Todo es para bien de aquellos que aman al Señor.

Jaquie Jasso vive en Monterrey, N.L., es comunicadora, mujer emprendedora católica, feliz de compartir la buena Nueva del Evangelio. Actualmente coordina el Movimiento-Taller "La Plenitud de Vivir en Castidad".

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