De la Fama a la Fe: La Historia de una Modelo que Regresó a Casa
"Hay muchas mujeres en el mundo que aún no creen que se puede empezar de nuevo otra vez. Pero Dios hace todas las cosas nuevas", Leah Darrow, ex- modelo y concursante de la 3a. temporada de America's Next Top Model.
En sus años de preparatoria, Leah Darrow buscaba sentirse completa, sentirse aceptada, sentirse alguien... y su sed por alcanzar este hondo deseo de su alma la llevó a perder el enfoque de lo eterno por lo terrenal. Su historia podría ser la tuya o lo mía hace 10 ó 20 años, corriendo tras de la "felicidad" (o de lo que nuestro círculo más cercano llamaba felicidad), sólo para ver como segundo a segundo se alejaba más de nuestra vista.
Hace unas semanas una amiga y yo tuvimos la oportunidad de escuchar su conferencia "Exposición Decente: Por qué las Mujeres Deben Reclamar su Belleza" y de verdad que nos llegó al corazón. Leah, católica de cuna, nació en Oklahoma y creció en un hogar de 6 hijos donde era amada y apreciada, pero su necesidad de sobresalir y de ser "popular", la llevaron a buscar otros caminos, dejando a un lado su corona de Hija del Rey y enrolándose en una espiral que la alejaba más y más del amor del Padre.
Dentro de su plática, Leah destacó que no hay que confundir el "Amor de Imitación", basado en lo físico, con el "Amor Auténtico" o aquel que "nunca te mandará a la fila de las confesiones" y resaltó el daño que hace a las jóvenes escuchar aquí y allá que el sexo premarital ya no es un tabú, siendo que "el sexo es algo muy importante, pues la vida surge a partir de ello".
Deslumbrada por el "Amor de Imitación" en sus años escolares, Leah empezó a hacer a un lado su vida espiritual. "Una vez que aceptas esto, es mucho más sencillo aceptar la belleza de imitación, el éxito de imitación...", dijo. Y así, un día llegó a las filas de America's Next Top Model 3, en el año 2004.
La entonces modelo vio en esta oportunidad la forma de encontrar aprobación, de sentirse bella otra vez. Pero, como nos platicó, después de un tiempo, la vanidad se convirtió en su peor enemiga: "Me traicionó. Se convirtió en auto-odio, sentía que no era lo suficientemente buena y mi vida se convirtió en una vida de imitación".
Cierto día, mientras participaba en una sesión de fotos, sintió que alguien, Dios en su corazón, le decía: "Yo te hice para algo más que esto". Y, como de película, se fue corriendo de ahí, mientras que el fotógrafo le gritaba: "¡Si sales de aquí no serás nadie!". Tenía todo lo que el mundo le exigía, pero escuchar esa amorosa voz interior, decirle sí, cambio radicalmente el sentido de su existencia. ¿Te imaginas? ¡Cuánto amor tiene Dios por nosotros que nos busca hasta que nos encuentra!
Leah recordó cómo su vida de fama le robaba belleza a su alma y nos dio un consejo: "No debemos ser usadas para pecar, hemos sido creadas para mucho más que eso. El pecado es muy cansado: los remordimientos, la pena, esconderse. Cristo no quiere que vivamos así".
Después de salir huyendo del mundo del modelaje y sin querer saber nada más de Nueva York, donde vivía, Leah llamó a su papá. "Manejó hasta Nueva York sólo para ir por mí y llevarme a la Iglesia más próxima para que me confesara, después de 10 años de estar alejada de mi fe", dijo.
Así comenzó el capítulo más feliz de su vida...
Hoy Leah es una conferencista católica internacional que reta a sus audiencias a vivir su vida de acuerdo al Evangelio de Jesucristo. Habla a gente de todas las edades sobre misericordia, conversión, dignidad humana, modestia y castidad. Está casada y tiene 3 hijitas, reside junto con su familia en Saint Louis, Missouri.
Aquí encontrarás su testimonio de conversión, transmitido por EWTN:
o Twitter.
Nelly Sosa es Esposa y Mamá Católica. Su experiencia en el periodismo, en el ministerio de la música y su reencuentro con Dios en el campo la trajeron a El Árbol Menta, donde comparte experiencias familiares y recursos de crecimiento espiritual para vivir alegre todos los días.
