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María, La más Humilde Esclava del Señor: La que Consigue todo con Amor


Existe un modelo para todas las mujeres que existimos en el mundo. Su nombre es María y es la más humilde esclava del Señor, la que consigue todo con amor.

Ella es la mujer que ha tenido el mayor contacto con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Es la mujer que Dios Padre eligió, de entre el resto de las mujeres, para llevar a su Hijo en sus entrañas. Y Dios Hijo creció y gozó junto a ella, al sentir ese amor de su Madre, tan inigualable.

El camino para llegar a Dios no es sencillo. Día con día se nos presentan pruebas, algunas sencillas de superar y otras bastantes difíciles de combatir. Pero, si alguien realmente sabe lo doloroso que es afrontar con paciencia, amor y fortaleza los planes del Padre, seguramente es Ella. Y, ¿qué hizo ante esto? Confió, tuvo fe y dejó que esa fe fuera más grande que cada uno de sus miedos.

María nos muestra que cada uno de nuestros problemas forman parte del camino hacia Dios. Su vida al lado de Jesús nos cuenta que el dolor, la angustia, la soledad, absolutamente todo, va moldeando el alma para continuar avanzando.

Probablemente, al inicio nunca pasó por la cabeza de María que su respuesta sería tan importante para la historia de la salvación. Era imprescindible un SÍ urgente, radical, generoso, pronunciado con completa libertad, y sobre todo, lleno de amor.

Seguro le causó gran sufrimiento entregar a su Hijo, crucificado. Pero lo hizo abandonándose al misterio de Dios... Y una abundante paz la inundó cuando alcanzó a comprender que así era como tenía que ser... Estaba ella ahí, en lo más alto de la montaña de su vida, entregando al fruto de sus entrañas al mundo...

Cuando Jesús la miró desde la cruz y le dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo", refiriéndose a Juan, ella volteó a verlo y... ¿sabes qué pasó? Ella te vio a ti también en él.

¿Qué es lo que eso significa? Que desde ese momento, Jesús nos dio a ti y a mi una misión, la suya... La de seguir anunciando a los hombres el Evangelio: que Dios es nuestro Padre, que creamos en Él y aceptemos su amor, y que nos ama tanto que envió a su Hijo al mundo para darnos vida a nosotros.

Ojalá cada día pudiéramos sentir esa mirada de Jesús, así como lo hizo Juan y pudiéramos emprender lo que nos pide y sobre todo, valorar el regalo tan grande que nos ha dejado: a su propia Madre.

Ella está a nuestro lado, a los pies de la cruz, velando por cada una de nosotras, escuchando cada uno de nuestros deseos e intercediendo por nuestras necesidades en todo momento. A veces no nos permitimos escucharla, entenderla, conocerla y sobre todo, amarla...

Quiero invitarte a que dispongas tu corazón, te aseguro que lograrás encontrarla. Y cuando eso suceda, ella te enseñará a amar tu pequeñez, a buscar a su Hijo día con día.

Acude a Ella, pues Jesús no se niega nunca a sus pedidos, acude a Ella y te enseñará a amarlo.

Sé que la sociedad y el mundo te han hecho creer que no eres lo suficientemente digno de alcanzar a Dios... Pero te aseguro que de la mano de aquella que vivió toda su vida a lado de Jesús hallarás las herramientas necesarias para vencer la oscuridad que nos rodea.

Busquemos ser ese reflejo de humildad y amor, busquemos ver con los ojos de María. Si logramos ver a través de ellos, nos va a ser imposible volver a pecar. Busquemos estar tan cerca de Jesús como ella lo estuvo, tratemos de encontrar esa fuerza que ella tenía, esas ganas tratar de seguir y entender la voluntad de Dios. Busquemos siempre estar bajo su sagrado manto para que no nos alejemos de lo principal: llegar a su Hijo Jesús.

En lo personal cuando decidí confiar completamente en Dios y amar a María, mi vida dio un giro de 360 grados. Entendí que por más difícil que parezca el camino de Dios, no estoy sola.

Siempre está esa Señora tan especial, que muchas veces en el pasado desconocí, pero quien nunca se olvidó de mí. Siempre ha estado ahí, a mi lado, dándome ejemplo de fortaleza, humildad, fe, obediencia, caridad, paciencia y sobre todo, de Amor.

Si hoy estoy segura de algo es que, así como lo hizo conmigo, seguramente también está buscando tocar tu corazón.

María quiere ser para ti esa Madre Amorosa que te consolará y aconsejará. Ella quiere llevarte a conocer más a Dios... Y no existe algo más bonito que recorrer ese camino espiritual de su mano para entender de corazón el significado de un Sí sin medida.

Mariana Balderrama tiene 21 años y estudia Administración en el Instituto Tecnológico de Chihuahua. Pertenece al "Grupo de Jóvenes Judá" del Santuario del Padre Maldonado y es parte de la Comunidad Misionera (COMI). Ofrecerle su tiempo a Dios es una de las cosas que más le gusta.

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