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Un Día en Nuestro Homeschool


Si hace 3 años me hubieran dicho que estaríamos haciendo "Homeschool" o Escuela en Casa, jamás lo hubiera creído... pero Dios tiene Sus Planes y aquí estamos ;)

Es nuestro primer año de Homeschoolers, acabamos de terminar Pre-Primaria con nuestro Hijo mayor (aquí en Estados Unidos, es Kindergarten).

Han sido meses de gran aprendizaje, de "Unschooling" mental, principalmente para mí.

Al inicio buscábamos un Colegio Católico para él, pero en el pueblo donde vivimos no tenemos esa opción.

Más adelante, el libro "Catholic Education: Homeward Bound A Useful Guide to Catholic Homeschooling" de Kimberly Hahn y Mary Hasson; el testimonio de familias homeschoolers cercanas a nosotros; y luego, los continuos comentarios de nuestro Hijo (de entonces 5 años) de que se aburría en la escuela, y su disposición natural para aprender solito, nos convencieron de dar el paso.

No soy experta, pero espero de corazón que si Dios está llamando a tu familia a este camino, nuestra experiencia sea de utilidad, así que aquí va...

Lo que hacemos en un día normal

Hacemos Homeschool en español e inglés, estamos registrados en Kolbe Academy. Este currículo es clásico, católico-ignaciano.

Nos gustó que puedes ir avanzando (y suplementando) según el nivel de tus hijos. Es un súper plus. Y además, ellos te llevan el kardex y tienen sistema de evaluación. Otra cosa, para secundaria y prepa tienen la opción de cursos en línea.

Nuestro día empieza como a las 8:30 de la mañana, que es cuando se levantan los niños. Como parte de sus tareas diarias, estamos enseñándolos a recoger su cuarto.

Después del desayuno y el baño (que hemos comprobado, es básico en la mañana y no en la noche, para que todos estemos al cien), hacemos la oración de "Ofrecimiento del Día".

El juego libre no puede faltar, de preferencia en el patio cuando el clima lo permite. (Los días que salto directamente a tareas escolares, no nos va nada bien).

Otras ocasiones jugamos los tres a las escondidas, a la tienda, algún juego de mesa, rompecabezas, blocks, según anden los ánimos.

También vemos el tema de Religión según el programa/Tiempo Litúrgico y leemos un rato, por lo general, una media hora. Siempre incluimos a nuestra pequeña en todas las actividades, aunque ella aún no esté en Pre-Escolar.

Otra cosa que hacemos en la mañana (o cuando salimos a hacer vueltas más tarde) es escuchar el podcast Catholic Sprouts (en inglés). Es súper cortito y cada día les hablan a los niños de algún tema de fe.

Alrededor de las 10:30 de la mañana saco mi agenda y ahora sí veo lo que tenemos que cubrir del programa como tal (poner música un rato nos ha ayudado a trabajar con más ganas).

Por lo general, en un buen día, hacemos una media hora de Matemáticas (a veces son dos, tres páginas del libro, usamos Singapore Math; otras veces jugamos con "flash cards" de sumas y restas sencillas, trato de variarle); una media hora de escritura (trato de alternar escribir el verso bíblico del día, con "inventar" historias, o escribir datos interesantes de algún país, que es uno de los intereses de mi Hijo); y dos o tres veces por semana hacemos una manualidad juntos y experimentos de Ciencias (casi siempre se los dejamos a su Papá).

Cerramos el primer bloque del día haciendo oración. Los niños corren a jugar otro rato mientras es la hora de comida, alrededor de las 12.30 PM.

Mientras comemos, leemos y comentamos el "Evangelio del Día". Y en ocasiones vemos un video o bailamos después de comida.

Cuatro veces a la semana mi Hijo tiene Tae Kwon Do en las tardes. Le encanta y esa es su principal actividad deportiva y social. También trato de hacerle por lo menos uno o dos "playdates" con alguno de sus amiguitos cada semana.

Los miércoles es día de "break" para todos: pasamos la mañana a la biblioteca y ahí se encuentra con otros niños homeschoolers para jugar.

Esto para mí ha sido un gran respiro.

Cuando empiezo a a ponerme estricta de más (o aburrida), cortamos el ritmo con esta actividad y el jueves estamos otra vez todos muy frescos.

Y los Viernes vamos a Adoración Eucarística los cuatro juntos, aunque sea 15 ó 20 minutos, ha sido una actividad muy especial para la famila, aunque hay días que cueste trabajo, es un proceso.

La hora de cenar y de dormir es muy variable. Somos de la idea de que el tiempo de calidad con papá también es básico y eso es una prioridad para nosotros, antes que un horario rígido y excesivamente tempranero para dormir.

Cuando llega mi esposo, se sientan con él a (tratar) de tocar el piano, armar rompecabezas o en verano, nos vamos un rato al parque.

Antes de dormir nos encanta leer y/o ver algún programa familiar como "Odd Squad" o "Travel with Kids" (Amazon Prime).

Al final rezamos juntos, cada uno de nosotros dice cuál es su intención y qué fue lo mejor de su día y ¡a descansar!

Cuando la paciencia no es la mejor durante el día...

1. Dejamos de hacer lo que estábamos haciendo y bailamos un rato.

2. Mi Hijo pide correr unas cuantas vueltas alrededor del comedor o juegamos afuera.

3. Mamá se retira a su cuarto a hacer oración por unos minutos y regresa con nuevos bríos ;)

4. En el último de los casos, (y esto me ha tomado muchísimo esfuerzo por mi pasado ultra-escolar), posponemos lo que estamos haciendo para después de comida o de plano, para el día siguiente.

Lo que he aprendido este primer año

El mejor consejo que me han dado en esta nueva etapa es: "La flexibilidad es tu mejor aliado"... y sí que lo está siendo.

Las primeras semanas quería seguir el programa al pie de la letra y casi creo sentarlos a los dos en su pupitre quietecitos y sin hablar... ¡error!

Estoy aprendiendo que Homeschool no es llevarte la escuela, tal cual, a tu casa. Es mucho más, es dejar de pensar que el aprendizaje va de padres a hijos únicamente.

Es aprender unos de los otros no sólo en la casa, en todas partes; es equivocarse y pedir perdón; es escuchar las necesidades de cada miembro de la familia, y sobre todo, es crecer como familia, en conocimientos y en virtud.

El Homeschool también es una segunda oportunidad para Mamá de seguir aprendiendo, es hacer comunidad con quienes están en nuestro mismo barco y abrazar con más fuerza nuestra vocación.

Uno pone todo el corazón y energías... y ¡Dios hace el resto! Entender esto en mente y corazón ha sido clave:

"Los padres han sido encomedados por Dios mismo como los principales y primeros educadores de sus hijos... ese derecho es completamente inalienable"

San Juan Pablo II, Familiaris Consortio, 40.

Para este segundo año, hay muchas varias cosas que quiero cambiar, ya te las iré compartiendo.

Hoy por hoy, con todo y los retos diarios (uff) que involucra el Homeschool, mi esposo y a mí nos encanta la idea de poder formar a nuestros hijos, ver su personalidad florecer y disfrutarlos lo más que se pueda (¡crecen tan rápido!); alimentar sus intereses según vayan surgiendo; que tengan tiempo de desarrollarse en en el ámbito deportivo o artístico; y sobre todo de poner en ellos la semilla del amor a Dios para servirlo en todo y en todos, con miras al cielo.

Nelly Sosa nació en Monterrey y es esposa y mamá católica homeschooler de dos niños que no dejan de sorprenderla todos los días. Su gozo por reencontrarse con Dios en un pequeño pueblo la movió a compartir sobre su camino de fe en El Árbol Menta. Cree firmemente que la Palabra de Dios, los Sacramentos y el apostolado cambiarán al mundo.

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