5 Formas en que los Niños nos Ayudan a Crecer en la Fe
Nuestra relación con Dios nos sostiene en medio del trajín diario y nos fortalece en los días en que la pila se baja. Pero si eres Mamá, sabrás que hay días en que estamos tan cansadas... la casa, la escuela, el trabajo, el tráfico... uff... que es fácil olvidarnos de dar prioridad a la oración con la familia. Afortunadamente, nuestros hijos están ahí para recordarnos lo mucho que la necesitamos. ¿Te ha pasado que estás por empezar a comer y el más pequeño de la casa te pide hacer la oración antes de los alimentos? :)
Ryan Langr nos recuerda en un post para el blog católico "Peanut Butter and Grace", que ser madre (o padre) es una vocación que nos llama a la santidad y nuestros hijos son vehículos para ayudarnos a crecer en la fe.
¡Sí!, nuestros hijos tienen mucho que enseñarnos. ¿Quieres saber de qué manera lo hacen? Checa las "5 Formas en que los Niños nos Ayudan a Crecer en la Fe" que Langr menciona:
1. Con su Entusiasmo: Nuestros hijos toman la fe con un entusiasmo natural y con curiosidad. Ellos aman genuinamente a Jesús y su fe y quieren que nosotros lo hagamos también. Eso hace que nos pidan participar juntos como familia en actividades de la Iglesia.
2. Cuando nos Recuerdan que hay que Rezar: Los niños pueden recordarnos que no hemos rezado e incluso enseñarnos nuevas formas de hacerlo. Encontrar nuevas formas de oración puede no sólo ayudarte a enseñar a tus hijos cómo fortalecer su relación con Dios, sino también ayudarte a descubrir cómo puedes tu comunicarte mejor con él. La oración fortalece a las familias y enseñar a los niños a rezar puede ayudarles a superar momentos difíciles.
3. Llevándonos a Misa: Sí... Siempre hay una familia cerca de nosotros que empezó a ir a Misa los domingos porque los niños estaban emocionados por ir.
4. Proveyéndonos de Oportunidades para hacer Sacrificios: Ser padre es un reto en sí: por las desveladas, las peleas entre hermanitos, o las enfermedades que los niños traen a casa de vez en cuando. Todas estas son oportunidades para ofrecer el sufrimiento en reparación por nuestros pecados y por la santidad de nuestros hijos. Si ofrecemos cada dificultad que se presenta diariamente en casa, podemos transformar el sufrimiento en oración.
5. Enseñándonos sobre la Fe en general: Los niños necesitan aprender y crecer y eso nos motiva a aprendar más nosotros mismos. Ya sea leyendo el Catecismo o documentos de la Iglesia, o aprendiendo cómo rezar mejor, querer lo mejor para nuestros hijos nos motiva a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Concluye Langr, "Nuestros niños, y los niños con quienes convivimos como catequistas, abuelos, maestros y en muchos otros roles, son tierra fértil en donde plantamos semillas. Tal vez no siempre veamos el fruto de lo que estamos sembrando, pero muchas veces serán esas las semillas que nos llamarán a una santidad mayor en tiempos donde la fe desfallezca. Lleva estos pequeños pasos a la práctica para iniciar hábitos de oración en tus niños... quizás pronto sean ellos quienes te muevan a tí para rezar".